Festival de Cine de Zaragoza 2017: Día 1

Por fin ha comenzado el Festival de Cine de Zaragoza, que ya acumula 22 ediciones desde su creación. 

Si hay una característica que haya predominado en esta primera jornada es sin duda la "película por episodios"; eso sí, tocando géneros muy dispares. 
He aquí una breve crítica de las dos obras proyectadas en el día de hoy:


Maniac tales (Idem, Denise Castro, Enrique García, Abdelatif Hwidar, Kike Mesa, Rodrigo Sancho, 2016, ESP)


Con una estructura bien definida y una historia troncal que guía a través de los diversos capítulos que nadan entre la orilla del terror y la del gore, se presentan cinco historias -cada una dirigida por un director diferente- que dejan en el ambiente un inconfundible tufillo a serie B.
Las intrahistorias son conducidas con una correcta intriga y una maracada personalidad propia en cada una de ellas. Un sencillo e infalible esquema de introducción-desarrollo-solución en el que se logra una correcta sensación de intriga durante el transcurso y una trabajada angustia al final de cada cuento. Eso sí, algo imperdonable, es el ínfimo -por no decir nulo- desarrollo tanto de trama como de personajes que tienen todas -sin excepción-.Mención especial merecen dos episodios en particular: Zimbelin, el episodio dirigido por Kike Mesa -quien también firma la cinta completa como productor-, por su elegante presentación con una animación que recuerda a la de A scanner darkly (Idem, Richard Linklater, 2006, USA) y que por momentos logra una ágil y entrañable narración retrospectiva para poner en antecedentes; y The visit -dirigida por Abdelatif Hwidar-, en mi opinión, el mejor capítulo por el carisma y la interpretación de sus personajes y el inesperado giro final que te dejará de piedra -que logró arrancar algún tímido aplauso en la sala-. No es una obra imprescindible, pero cumple la mínima función de entretener.


Intimidade pública (Idem, Luciana Canton, 2016, BRA)


Cambiando completamente de temática, sin perder el formato de película por episodios, nos llega desde el otro lado del océano Atlántico, esta bonita fábula que relata un año natural desde el punto de vista de varios personajes. Cuatro estaciones, cuatro historias. Cada una de ellas mostrará como viven los sentimientos y la sexualidad cada de nuestros protagonistas tanto en su vida privada como en la pública, además de cómo en algunas ocasiones, se escapa de nuestras manos delimitar que es lo que queremos mantener dentro de las murallas de nuestra intimidad. En todos los capítulos, personas que son más vulnerables por la sociedad que nos rodea: un homosexual, una prostituta, un transexual y una persona mentalmente inestable. Temas frágiles tratados con mucha delicadeza y verosimilitud que desembocan en un mensaje contundente. Cabe destacar la cuidada fotografía durante toda la obra -especialmente durante el primer capítulo- y también la preciosa banda sonora que acompaña a la última historia que te dejará con el corazón en un puño.

















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