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12 pequeñas joyas que he descubierto en 2017 (parte I)
Tras el éxito cosechado con la edición del año pasado (12 pequeñas joyas que he descubierto en 2016), no iba a perder esta ocasión estelar para escribir sobre esas pequeñas obras discretas que llegan a tu pantalla sin hacer mucho ruido pero que son capaces de desmontarte todo tu esquema interno, induciendo a un estado de reflexión, emoción o sorpresa fuera de lo habitual.
El objetivo está claro y es el mismo que propició el nacimiento de este blog: potenciar y promocionar el cine independiente y de autor para que llegue a todo el público que seguro lo disfrutará tanto como yo lo he hecho. He aquí mi reconocimiento a estas doce películas que merecerían una mayor difusión de la que han conseguido:
1. BLUE JAY (Idem, Alex Lehman, 2016, USA)
Esta humilde producción en la que la distribución en España ha corrido a cargo de la plataforma Netflix, plantea una historia íntima, cercana y extremadamente dolorosa al recordar lo que pudo haber sido pero no fue. Rodada íntegramente en blanco y negro, sus personajes caerán simpáticos gracias a la sinceridad que fluye de sus palabras y cuidados diálogos. Encantará a aquellos que disfrutaron de la trilogía de Richard Linklater: Antes del amanecer (Before sunrise, 1995, USA), Antes del atardecer (Before sunset, 2005, USA) y Antes del anochecer (Before midnight, 2013, USA). Leer más...
2. REGRESO A CASA (Gui lai, Zhang Yimou, 2014, CHI)
Preciosa y desgarradora historia de amor incondicional y espera eterna por una persona que, sin saberlo ella, ya está de vuelta en casa. Probablemente se trata de una de las películas que mejor describa la idea que yo tengo del amor. Dedicación, cuidado, lucha y recuerdos incesantes de la otra persona, aunque esta no sea consciente de absolutamente nada de lo que se está haciendo por ella. Interpretaciones fabulosas -especialmente de la actriz protagonista, Gong Li- y una narración progresivamente creciente y cautivadora, concluyendo con uno de los finales más emotivos y dolorosos que recuerdo.
3. SING STREET (Idem, John Carney, 2017, IRL)
El director irlandés, John Carney, vuelve a repetir la misma fórmula -con el mismo éxito- de su anterior película, Begin again (Idem, 2013, USA). Esa receta mágica que, como bien describe Javier Ocaña del diario El País, consiste en "Tres minutos de melodía poderosa y hora y media de película irresistible". Desde que se diera a conocer con Once (Idem, 2009, IRL) -ganando el Oscar a la mejor canción original (Falling slowly)-, la música se ha convertido, indudablemente, en el leitmotiv de su filmografía y queda bien patente en Sing Street, su última película hasta la fecha. Cargada de personajes simpáticos y carismáticos, es capaz de divertir al espectador, a la vez que trata otro tema reiterativo en sus películas: el amor. Entre conversación y conversación, cualquier momento es bueno para introducir un momento musical o poner de fondo un tema de los 80s, pasando por Duran Duran, The Cure, Motörhead y muchos otros. Una hora y media que no te decepcionará en absoluto.
4. DIVINAS (Divines, Houda Benyamina, 2016, FRA)
Magnífico drama social en el que rige la ley del "todo o nada" en un intento de salir de la pobreza y la miseria de un suburbio de París o morir en el intento. La joven protagonista -Oulaya Amamra, de tan solo 20 años- lleva todo el peso de la película en una clara declaración de intenciones de alcanzar algún día la cima de la interpretación. El resto del elenco que acompaña a la joven estrella está genial. Si a esto le sumamos una brillante fotografía, la trabajada escenografía en las escenas de baile, una BSO que acompaña a la perfección y el dominio de la cámara en la mayoría de sus planos, hacen que, tras esta más que notable ópera prima, tengamos que apuntar el nombre de la debutante, Houda Benyamina, en la lista de directores que debemos seguir de cerca en el futuro próximo.
Sing Street <3
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