UN PROFETA: De la oruga a la mariposa en la cárcel

Un profeta (Un prophète, Jacques Audiard, 2009, FRA)

Años son los que llevaba esperando ver esta película. Pero siempre, por un motivo u otro, acaba sin poder verla. Pero el momento llegó y he de reconocer que ha sido una experiencia sinceramente inolvidable.
Desde sus primeras escenas, llenas de desconcierto e incertidumbre, llega un joven asustado, descolocado y completamente solo a un lugar hostil como es la cárcel. Años de condena por delante y ni la más mínima idea de qué hacer con ese tiempo ni cómo sobrevivir a esas paredes que encierran un submundo en el que reinan las mafias y clanes, las regañinas y los ajustes de cuentas son el día a día y en el que el aire escasea más y más para los que no cuentan con la protección de nadie. ¿Será capaz de sobreponerse a este mundo de bestias en el que nadie tiene nada que perder?
Lejos de ser un simple y típico drama carcelario, Jacques Audiard y Thomas Bidegain deciden dotar al guion de un carácter especial y único, suficiente para hacerlo trascendental y poderoso. Su complejidad va más allá de su argumento de metamorfosis carcelaria. Se trata de una densa maraña de tramas secundarias bien elaboradas, alguna de ellas con un toque místico o casi sobrenatural, que será la puntilla definitiva para el texto de esta obra maestra..
Dispone de una gran variedad de personajes dispares que harán que no puedas permitirte desconectar ni un solo momento si no quieres perderte en su entrelazada y complicada narración.
No es la primera vez en la historia del cine que vemos una metamorfosis carcelaria de tan alto nivel interpretativo -cabe destacar algún ejemplo loable como el de Edward Norton en American History X (Idem, Tony Kaye, 1998, USA)-. En esta ocasión, Tahar Rahim -francés, de origen argelino, quien años después sigue actuando en cintas de éxito en el país galo, como es el caso de El Pasado (Le Passé, Asghar Farhadi, 2013, FRA)-, en su debut en la gran pantalla deja el listón muy alto. Está sencillamente soberbio en el papel protagonista de El Djebena, una actuación digna de ser mostrada en las escuelas de interpretación como ejemplo de evolución de un personaje a lo largo de la obra. Representa a la perfección cómo cambia una persona por instinto de supervivencia, en función de la experiencia que va adquiriendo durante sus años en prisión. 
Cuando el resultado final es bueno, rara vez el mérito es solo de unos pocos. Un gran reconocimiento merece también el excelente trabajo de todos sus actores secundarios, destacando al veterano Niels Arestrup, quien con sus inconfundibles rasgos nórdicos heredados de su padre danés es la representación perfecta de frialdad -como ha seguido demostrando en cintas posteriores como Diplomacia (Diplomatie, Volker Schlöndorff, 2014, FRA)-, quien además repitió premio César al mejor actor secundario bajo las órdenes de Audiard tras el éxito cosechado con De latir mi corazón se ha parado (De battre mon coeur s'est arreter, Jacques Audiard, 2005, FRA). Tampoco se queda atrás el resto del reparto, que incluye otros nombres hasta ese momento desconocidos como el del inconfundible Reda Kateb -posteriormente interpretaría con éxito el papel de Mohamed en la adaptación de un texto del premio Nobel, Albert Camus, titulada Lejos de los hombres (Loin des hommes, David Oelhoffen, 2014, FRA) y el de médico inmigrante en Hipócrates (Hippocrates, Thomas Lilti, 2014, FRA)-, y los de Adel Bencherif, Jean-Philippe Ricci o Hichem Yacoubi, para los que Un Profeta significó su primera gran oportunidad en este mundo tan competitivo que es el cine.
Ahora que se acercan fechas navideñas y conseguiremos un poco más de tiempo para disfrutar del cine, no dudes en darle una oportonidad a Un Profeta. Sin duda será una elección acertada para todos aquellos que disfrutaran en su momento con Celda 211 (Idem, Daniel Monzón, 2009, ESP), para todos los que tengan ganas de un buen y trepidante thriller carcelario, o para todo aquel que sencillamente busque una experiencia única del séptimo arte. Gracias Audiard por tanto y tan buen cine concentrado en 150 minutos. ¡Gracias! 

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