LA DECISIÓN DEL REY: Minuciosa narración de un momento histórico

La decisión del rey (Kongens Nei, Erik Poppe, 2016, NOR)

En abril de 1940, las tropas del Tercer Reich se plantaban en Oslo sin apenas encontrar resistencia militar de una sorprendida Noruega, donde reinaba el rey Haakon VII -originalmente perteneciente a la familia real danesa-, primer monarca elegido democráticamente por el pueblo noruego. El rey (Jesper Christensen), la familia real y el gobierno huyen hacia el norte buscando más tiempo para tomar la mejor decisión frente a la propuesta de rendición que les ofrece el Führer: mantener la figura del rey (bien valorada en el país germano), pero disolver el gobierno elegido democráticamente por el pueblo noruego para colocar a un político con mala imagen dentro del país escandinavo, pero bien visto por los gobernantes nazis.
Ese es el dilema que nos presenta Erik Poppe -único director que ha recibido cuatro veces el Norwegian National Film Critics' Award- para narrarnos uno de los momentos históricos más importantes -a la par que desconocido- de la historia reciente del país escandinavo. Para ello utiliza uno de sus recursos técnicos más característicos: cámara en mano para transmitir una experiencia en primera persona, inquietud, nerviosismo en las escenas de habitación y sensación de caos en las secuencias de batalla. Su infalible método se puede apreciar muy bien también en su anterior obra: Mil veces buenas noches (Tusen ganger god natt, Erik Poppe, 2013, NOR), protagonizada por Juliette Binoche y Nikolaj Coster-Waldau.
La decisión del rey hace un repaso de dos horas a la historia de la primera mitad del siglo XX de Noruega. Con una buena introducción para entender la situación social-política del país, se procede a una meticulosa y rigurosa narración de los hechos -rotulados con fecha y hora de cada acontecimiento- tal y como ocurrieron. El enfoque no es único, sino que se opta por varios puntos de vista para analizarlo: el poder y la cotidianidad de la familia real; las intentos de diplomacia por parte del embajador alemán, Curt Bräuer (Karl Markovics); las conversaciones del gobierno y el parlamento noruego; las tropas alemanas, y el ejército escandinavo.
La decisión del rey es la minuciosa crónica de los tres días que transcurrieron desde la amenaza de invasión nazi hasta la declaración de guerra entre Noruega y Alemania. Todo el aura que rodea a un momento histórico que los noruegos aún sacan a relucir para presumir de ser uno de los países más democráticos y defensores de la libertad. Es un magistral thriller político-militar, perfectamente documentado y contado con una narración inquietante con un horizonte en absoluto tranquilizador. Es la historia del hombre que dijo "No" a Hitler.

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