Tras el éxito cosechado con las ediciones anteriores (2016, 2017 y 2018), este año volvemos a la carga con una nueva selección de pequeñas obras menos conocidas por el público general que me han sorprendido a lo largo de este 2019 -no necesariamente estrenadas durante este año-.
El objetivo inicial sigue intacto; el mismo que propició el nacimiento de este blog: potenciar y promocionar el cine independiente y de autor para que llegue a todo tipo de espectadores que seguro lo disfrutarán tanto como yo. Un hecho que claramente refleja ese ímpetu es la gran variedad de nacionalidades de películas recomendadas, huyendo del cine de masas creado principalmente en Hollywood. He aquí mi reconocimiento a estas doce películas -de 10 nacionalidades diferentes- que merecerían una mayor difusión de la que han conseguido:
1. ¿DÓNDE ESTÁ MI CUERPO? (J'ai perdu mon corps, Jérémy Clapin, 2019, FRA)
Pocas películas con un argumento tan bizarro habrás visto hasta la fecha. Su capacidad de evocar y transmitir emociones y sensaciones te recordará que estás vivo y que eres humano. Arriesgada e insólita, ¿Dónde está tu cuerpo? hará mella en tus ojos, tu cabeza y tu corazón, dejándote una curiosa y contrastada sensación de que te falta algo pero con una sonrisa en la cara. Un fuerte aplauso para Jérémy Clapin por ofrecernos una experiencia única con una de las mejores películas de este gran año de cine que ha sido 2019. Leer más...
2. QUIÉN TE CANTARÁ (Idem, Carlos Vermut, 2018, ESP)
Después de la sorprendente Magical Girl (Idem, 2014, ESP), Carlos Vermut vuelve a sorprendernos con esta película llena de intriga, frialdad y un muy logrado juego de identidades que te encandilará de principio a fin. Su depurado e hipnótico estilo es de los más singulares del panorama nacional actual. Un elenco muy aprovechado y exprimido al máximo -con unas destacadas Najwa Nimri, Eva Llorach y Natalia de Molina, brilla con luz propia en un juegos de luces y sombras que bailan al compás de una música que se te quedará clavada en la mente.
Disponible en Netflix.
3. MAESTRO DEL CRIMEN (Shot Caller, Ric Roman Waugh, 2017, USA)
En ella se representa el duro descenso a los infiernos de un hombre corriente. La perfecta caracterización del protagonista -Nikolaj Coster-Waldau está soberbio-, el buen funcionamiento de los abundantes personajes secundarios -con sus respectivas tramas- y su maravillosa fotografía le dotan de un gran realismo. Uno de los mejores dramas carcelarios de lo que llevamos de siglo. Muy buena.
Disponible en Netflix.
4. OH BOY (Idem, Jan Ole Gerster, 2012, GER)
En 2012 se estrenó en Alemania una película intimista, rodada en blanco y negro y dirigida por un total desconocido de apenas 32 años, como trabajo de fin de carrera en la Academia de Cine y Televisión Alemana de Berlín. Rodada en poco más de un mes y con un presupuesto de aproximadamente 300.000€, llegó a las salas de Alemania dos años más tarde, con una acogida notable para no contar con ningún tipo de publicidad, llegando vender unas 350.000 entradas. Unos cuantos meses después de su estreno, se alzó con 6 galardones de los Premios del Cine Alemán: mejor película, dirección, guion, actor principal, actor secundario y banda sonora. En los Premios del Cine Europeo, ganó el premio Discovery a la película revelación del año.
En un luminoso blanco y negro, compartimos un día de la vida de Niko, un treintañero sin trabajo, sin pareja y al que la suerte parece haber dado la espalda. Un retrato perfecto de la cada vez más frecuente "crisis de los 30", encarnada por un Tom Schilling que está sencillamente sublime en el papel de un hombre al que la soledad abruma aun estando rodeado de una multitud. Vagando por las calles de una Berlín muy diferente a la de las postales, nuestro protagonista va en busca de un café que la vida parece haberle negado ese día. El resto del reparto acompaña con mucho nivel en las andanzas de nuestro antihéroe urbanita ante las cámaras del joven debutante. El magnífico guion, con diálogos eléctricos favorece la química entre los personajes. Al son de jazz, transcurren las escenas que intentan alumbrar algo de luz y humor sobre la desgracia que acompaña a nuestro protagonista. La escena final, desoladora, es el clímax de la película. Una pequeña joya que recomiendo fervientemente a todo amante del séptimo arte y, especialmente, del cine independiente y europeo.
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